Era moralista (tetezcahuiani), hacía que los
demás fueran cuerdos y cuidadosos. Le gustaba
examinar el mundo y todo lo que tuviera que ver con cuestiones
físicas. Y por si fuera poco, también era
metafísico, pues se dedicaba a estudiar lo que nos
sobrepasa, la región de los muertos, lo que no conocemos,
pero que llamamos "el más allá".
Anteriormente dije que el tlamatinime era un
sabio. Júzguese si lo era o no, a partir de los
oficios ya mencionados. He aquí lo que decían
los nahuas acerca de los tlamatinime:
1.-"El sabio: una luz, una tea, una
gruesa tea que no ahúma.
2.-Un espejo honrado, un espejo agujereado por ambos
lados.
3.-Suya es la tinta negra y roja, de él son los
códices, de él son los códices.
4.-Él mismo es escritura y
sabiduría.
5.-Es camino, guía veraz para otros.
6.-Conduce a las personas y a las cosas, es guía en los
negocios
humanos.
7.-El sabio verdadero es cuidadoso (como un médico) y
guarda la tradición.
8.-Suya es la sabiduría transmitida, él es quien la
enseña, sigue la verdad.
9.-Maestro de la verdad, no deja de
amonestar.
10.-Hace sabios los rostros
ajenos, hace a los otros tomar una cara (una personalidad),
los hace desarrollarla.
11.-Les abre los
oídos, los ilumina.
12.-Es maestro de
guías, les da su camino,
13.-de él uno
depende.
14.-Pone un espejo delante
de los otros, los hace cuerdos, cuidadosos; hace que en ellos
aparezca una cara (una personalidad).
15.-Se fija en las cosas,
regula su camino, dispone y ordena.
16.-Aplica su luz sobre el
mundo.
17.-Conoce lo (que
está) sobre nosotros (y), la región de los
muertos.
18.-Es hombre
serio.
19.-Cualquiera es confortado
por él, es corregido, es enseñado.
20.-Gracias a él la
gente humaniza su querer y recibe una estricta enseñanza.
21.-Conforta el
corazón, conforta a la gente, ayuda,
remedia, a todos cura."
Breve comentario de las anteriores líneas
que nos ayudan a contextualizar el papel de los sabios
nahuas:
Línea 1.- El sabio: una luz, una tea, una
gruesa tea que no ahúma.
La palabra sabio es la forma más usual de
traducir tlamatinime. Etimológicamente
dicha voz es derivada del verbo mati (él sabe), del
sufijo ni, esto le da al verbo un carácter de sustantivado de "el que
sabe". Y finalmente el prefijo tla, siendo como es,
un correlato que antepuesto al sustantivo o verbo significa cosas
o algo. De esto se concluye que tla-mati-ni
significa "el que sabe cosas" o "el que sabe algo".
Línea 2.- Un espejo horadado, un espejo
agujerado por ambos lados.
Aquí se alude al tlachialoni: era algo
así como un cetro, con un espejo agujerado en la
punta. Dicho artefacto formaba parte de los atavíos
de algunos dioses. A través de este instrumento los
dioses miraban la tierra y
las cosas humanas.
Línea 3.- Suya es la tinta negra y roja,
de él son los códices, de él son los
códices.
En esta línea aparece el sabio como poseedor de
los códices (amoxtli), los viejos libros nahuas,
de los cuales sólo muy pocos se salvaron de la
destrucción que acompañó a la conquista.
Línea 4.- Él mismo es criatura y
sabiduría.
Tlilli tlapalli, literalmente significa que el
sabio es tinta negra y roja. La yuxtaposición de los
dos colores en toda
la mitología náhuatl significaba la
representación y el saber de las cosas difíciles y
del más allá.
Las líneas 5, 6 y 7 son demasiado claras, que ni
el mismo autor las comenta, así que pasaré a
comentar las que le siguen.
Línea 8.- Suya es la sabiduría
transmitida, él es quien la enseña, sigue la
verdad.
La sabiduría transmitida dicho en
náhuatl: machize, es una derivada de
machiztli y del sufijo e, indicador de
posesión (de él es…) De esta palabra
se deriva la forma pasiva de mati (saber) que es
macho (ser sabido). Por consiguiente tenemos un
sustantivo pasivo: sabiduría -sabida (o
transmitida)
Línea 10.- Hace sabios los rostros
ajenos, hace a los otros tomar una cara (una personalidad) los
hace desarrollarla.
Aquí aparecen tres sustantivos de gran
riqueza. Teixtlamachtiani, teixcuitiani y teixtomani.
Tteixtlamachtiani significa "el que enriquece
o comunica algo a los rostros ajenos. Teixcuitiani
significa "a los otros una cara hace tomar". Y
teixtomani significa "a los otros una cara hace
desarrollar".
En las líneas 11 y 12 se constata el paralelismo
entre la palabra náhuatl ixtli (rostro) y la
palabra griega prosopón (cara), tanto en su
significado anatómico como en un sentido metafórico
de personalidad.
Línea 13.- De él uno
depende.
Aquí encuentro un problema, puesto que pareciera
como si se refiere a alguien del cual se recibe algo que sustenta
el propio existir, o bien, puede referirse a alguien que es la
"luz que iluminara el camino de los demás".
14.- Pone un espejo delante de los otros, los
hace cuerdos, cuidadosos; hace que en ellos aparezca una cara
(una personalidad).
Aparece el tlamatini como moralista. Hay
también aquí un paralelismo con pensamiento
moral
común entre los griegos y los pueblos de la India : la
necesidad de conocerse a sí mismo.
Línea 17.- Conoce lo (que) está
sobre nosotros (y), la región de los
muertos.
Aquí nos encontramos con un rasgo fundamental del
tlamatini (sabio) "conoce lo (que está) sobre
nosotros". Topan, " lo que nos sobre pasa", y
mictlan, "la región de los muertos", es decir, "el
más allá"
Línea 20.- Gracias a él, la gente
humaniza su querer y recibe una estricta
enseñanza.
Aquí es visto el tlamatini como todo un
humanista, pues apunta a una cierta idea de "lo humano", como
calidad
moral. Como un embrión del tipo humanista aparece
aquí el tlamatini entre los nahuas.
Pero en la cultura
náhuatl, no sólo existieron los tlamatinime,
pues al igual que en la cultura
griega, en tiempos de la Grecia
clásica, cuando la filosofía que daría forma al
pensamiento occidental se germinaba, tenía sus enemigos,
los sofistas, así entre los nahuas, abundaban los amo
qualli tlamatini, o falsos sabios.
Estos, eran todo lo contrario de los tlamatinime,
no daban un rostro a los hombres ni a las mujeres, ni tampoco
cultivaban en ellos un sabio y prudente corazón, por el
contrario.
Los amo qualli tlamatini o falsos sabios,
hacían perder el rostro a los hombres. Mientras
que los tlamatinime son como un espejo para los
macehuales, los hombres, donde éstos se pueden ver
claramente un rostro bien formado, los amo qualli
tlamatini son como un espejo ahumado (teixcuitiani)
que impide a los hombres contemplar claramente su
rostro.
A propósito de la diferenciación entre los
tlamatinime y los amo qualli tlamatinime,
según el padre Sahagún, de estos últimos los
nahuas decían lo siguiente:
1.-"El falso sabio: como médico ignorante, hombre sin
sentido, dizque sabe acerca de Dios.
2.-Tiene sus tradiciones, las guarda.
3.-Es vanagloria, suya es la vanidad.
4.-Dificulta las cosas, es jactancia e
inflación.
5.-Es un río, un peñascal.
6.-Amante de la oscuridad y el rincón,
7.-sabio misterioso, hechicero, curandero,
8.-ladrón público, toma las cosas.
9.-Hechicero que hace volver el rostro,
10.-extravía a la gente,
11.-hace perder a los otros el rostro.
12.-Encubre las cosas, las hace difíciles,
13.-las mete en dificultades, las destruye,
14.-hace perder a la gente, misteriosamente acaba con
todo.
Aunque el autor aquí no hizo ningún
comentario al respecto yo comentaré algo que me
pareció importante.
Línea 1.- "El falso sabio: como médico
ignorante, hombre sin sentido, dizque sabe acerca de
Dios.
El falso sabio es sólo sabio en apariencia, pues
de verdadero no puede tener nada, si nunca ha conocido la
verdad. Por eso no puede conocer a Dios, y miente cuando
dice conocerlo.
Línea 2.- Tiene sus tradiciones, las
guarda.
Como todos, los buenos y los malos somos susceptibles de
habituarnos a hacer las cosas que nos parecen normales, y
tendemos por lo tanto a acostumbrarnos a hacerlas.
Línea 3.- Es vanagloria, suya es la
vanidad.
Entre más vacío se está más
se busca disfrazar y ocultar la propia vacuidad con la
jactancia y la estupidez.
4.- Dificulta las cosas, es jactancia e
inflación.
Significa que el falso sabio para lo único que
era bueno, era para dividir el pueblo y hacer menos fácil
de realizar las tareas que la cultura demandaba.
En las línea 6 y 7 ("Amante de la
oscuridad y el rincón" "sabio misterioso, hechicero,
curandero") me parece que se puede interpretar que, quien en
la oscuridad se siente feliz, nunca buscará la clara luz;
al mismo tiempo
manifiesta que prefiere la mentira a la
verdad.
9.- Hechicero que hace volver el
rostro.
Habría que ver qué rostro hacía
volver, o en qué lo hacía volver; diría
más bien que en qué transformaba el rostro de los
hombres y mujeres el falso sabio. Tal vez en un rostro
deformado y estúpido.
11.- Hace perder a los otros el
rostro.
Seguramente el falso sabio era todo un modelo de
antivalores. Con ellos confundía y perdía a
los que le seguían los pasos.
Para resumir, los amo qualli tlamatini todo
lo destruían, metían a la gente en dificultades,
hacían perder el rostro a los otros y misteriosamente
acababan con todo.
He aquí la diferenciación que de los
verdaderos y los falsos sabios hacían los mismos
nahuas. Queda claro, pues, que en la cultura
náhuatl, al igual que en otras distinguidas
civilizaciones, hubo un gran desarrollo
humanístico, por llamarlo así, debido a su
preocupación por la cultura, las ciencias,
la
educación, pero sobre todo, debido al gran interés
por la formación de hombres y mujeres, lo que en la
actualidad conocemos como formación humana.
Bueno, una vez que distinguimos entre los verdaderos y
los falsos sabios nahuas, sólo queda ensalzar a los
primeros sabios, los verdaderos, por su valiosa y
fructífera tarea, ya que gracias a ellos su cultura es
ahora reconocida en diferentes partes del mundo, y es tenida como
cuna de la posible filosofía prehispánica en
América.
Importante es señalar también que, la
cultura náhuatl además de ser cuna de la
filosofía prehispánica, es también
partícipe del desarrollo humanístico y religioso en
lo que ahora es nuestro pueblo mexicano.
BIBLIOGRAFÍA
León Portilla, Miguel, La
filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes,
UNAM, México,
1993.
Códice Matritrense, citado
por León Portilla en Rostro y corazón de
Anáhuac, México, Asociación Nacional del
Libro, A.C.,
2001.
Códice Matritense de la Real Academia
, ed. Facsimilar de don Fco. del Paso y Troncoso, vol. VIII,
últimas líneas del fol. 118 r. y primera mitad del
118 v; AP I, 8. Citado por León Portilla en
Filosofía náhuatl estudiada en sus
fuentes, P. 65.
[1] León
Portilla, Miguel, La filosofía náhuatl estudiada
en sus fuentes, UNAM, México, 1993, P. 8
[2]
Códice Matritense de la Real Academia , ed.
Facsimilar de don Fco. del Paso y Troncoso, vol. VIII,
últimas líneas del fol. 118 r. y primera mitad del
118 v; AP I, 8. Citado por León Portilla en
Filosofía náhuatl estudiada en sus
fuentes, P. 65.
[3]
Códice Matritense de la Real Academia , ed.
Facsimilar de don Fco. del Paso y Troncoso, vol. VIII,
últimas líneas del fol. 118 r. y primera mitad del
118 v; AP I, 8. Citado por León Portilla en
Filosofía náhuatl estudiada en sus
fuentes, P. 65.
La vida es el don más
grande que Dios te puede dar;
de ti depende aprovecharlo al
máximo
o tirarlo a la basura, Dios nada
te va a reclamar,
tenlo por seguro.
Autor:
Rafael Morales González
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